Los aviones sobrevuelan sobre las instalaciones del Aeródromo San José, en Puerto San José, Escuintla, pero no pueden utilizar la pista. Desde 2022 los despegues y aterrizajes se suspendieron porque se empezó un proceso de remodelación que apuntaba a que la terminal aérea se convirtiera en un aeropuerto internacional de pasajeros y de carga.
Dos años después, el asfalto vertido en la pista se distingue en medio de matorrales, áreas de tierra y de fragmentos de otras pistas paralelas que servirían para conectarla con otras partes del Aeródromo y que no están finalizadas.
El Fondo Social de Solidaridad (FSS) del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) adjudicó a la empresa Constructora Carmor la ampliación de la pista por un monto de Q522.9 millones; de los cuales, a la fecha, se les ha pagado el 77 por ciento.
Sin embargo, pareciera, la pista está lejos de que pueda ser utilizada.