Los cruces de señalamientos en ese apartado derivaron luego de la acusación de Gálvez contra la morenista por tener una empresa que se ubica entre las más contaminantes del país.
Las referencias a la corrupción inmobiliaria de Claudia Sheinbaum Pardo hacia su opositora Xóchitl Gálvez Ruiz fueron a más.
Luego de ser increpada por los supuestos malos resultados por política ambiental, Sheinbaum le llamó “la corrupta” y acto seguido, recordó que siendo titular de Comisión de Pueblos Indígenas se autorizaron 10 minas a cielo abierto en comunidades.
Luego, Sheinbaum le espetó la construcción de un centro comercial con tres pisos de más conforme a la normatividad, cuando fue alcaldesa de Miguel Hidalgo.
Fue entonces cuando volvió a usar la expresión “la priandilla” inmobiliaria.
Galvez Ruiz reviró apenas diciendo que los permisos y usos de suelo los otorga el gobierno de la ciudad y que entonces, ella debió hacerse cargo.
Los cruces de señalamientos en ese apartado, el ambiental, derivó luego de la acusación de Xóchitl contra Sheinbaum por tener una empresa que se ubica entre las 70 más contaminantes del país.
Jorge Álvarez Máynez, el aspirante de Movimiento Ciudadano, soltó que lamentaba el nivel de debate de las dos candidatas y abordó su propuesta en materia ambiental.
Finalmente, Sheinbaum cerró el bloque:
“La empresa de la que habla la corrupta (como empezó a llamar a Gálvez en ese bloque), es una empresa de 30 empleados que era de mi papá y mi papá ya murió, aclarado el punto”.
Gálvez Ruiz se atropelló brevemente al exigirle a Sheinbaum, como lo ha hecho en todo el debate, que responda sobre si investigará la presunta corrupción de los hijos del presidente López Obrador.