La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA por sus iniciales en inglés) presentó el lunes su versión final de las más recientes regulaciones, a la cuales calificó como las normas de seguridad vial más importantes de las últimas dos décadas.
En un futuro no muy lejano, el frenado automático de emergencia tendrá que venir de fábrica en todos los nuevos vehículos de pasajeros en Estados Unidos, un requerimiento que el gobierno asegura que salvará cientos de vidas y evitará miles de lesiones cada año.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA por sus iniciales en inglés) presentó el lunes su versión final de las más recientes regulaciones, a la cuales calificó como las normas de seguridad vial más importantes de las últimas dos décadas.
Las medidas tienen como objetivo evitar muchos choques por alcance y con peatones, así como reducir las casi 40 mil muertes por incidentes viales que se registran cada año.
"Atravesamos una crisis de muertes en los caminos", dijo el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, en una entrevista. "Así que necesitamos hacer algo al respecto".
Se trata del primer intento del gobierno federal por regular las funciones automatizadas de conducción, y es posible que ayude a acotar algunos de los problemas que han surgido con la conducción asistida y los sistemas de conducción plenamente automatizados.
A pesar de que alrededor del 90% de los vehículos nuevos cuentan con el sistema de frenado automático como parte de un acuerdo voluntario con las compañías automotrices, actualmente no existe ningún requerimiento de desempeño, por lo que algunos de los sistemas podrían no ser tan eficaces. Las nuevas normas establecen estándares para que los vehículos se detengan automáticamente y eviten choques con otros vehículos o peatones, incluso por las noches.