¿No les parece curioso que del Cártel del Despojo en Oaxaca ya no se hable nada? La última noticia sobre este tema sucedió cuando el notario Jorge Merlo, a modo hasta de burla, apareció en medios presumiendo que no se encontraba preso, como lo había anunciado la consejería jurídica del estado.
Pero nada es casualidad, pues en el organigrama del cártel, que el propio Geovany Vásquez Sagrero había mostrado en una conferencia del Gobernador del Estado, resaltaba que hacía falta una pieza fundamental en la investigación, el vínculo entre José Octavio Tinajero y Vicente Mendoza Téllez, clave para desenmascarar a todo este clan de delincuentes.
Pero para sorpresa de la primavera oaxaqueña, el delincuente que faltaba descubrir era nada más y nada menos que el diputado Luis Alfonso Silva Romo, el cual está de más decir que es íntimo amigo del edil estatal y de su hermano, lo cual detuvo toda esta fanfarria de investigación que pretendía ser el emblema anticorrupción de la 4T en el estado.
Para desviar la atención, el gobierno del estado tuvo que recurrir a la expropiación de la exfábrica de triplay, evento en el que los oaxaqueños pudimos observar cómo hasta el propio Noe Jara (defensor de Silva Romo) andaba dirigiendo el teatro para salvar a su "gallo", o "gallina", para el municipio de la capital.